Desde que en enero de 2023 se promulgó la Ley Orgánica para Impulsar la Economía Violeta, Ecuador ha dado pasos concretos en su compromiso con la igualdad de género, especialmente en el ámbito laboral. Esta normativa, acompañada de su respectivo reglamento, busca reducir las brechas entre hombres y mujeres, promover la autonomía económica de las mujeres y generar entornos laborales más inclusivos y seguros. Uno de los mecanismos más importantes para materializar ese objetivo es el Sello Violeta, una certificación que reconoce a las empresas que trabajan activamente por la equidad de género en sus políticas internas.
Lo interesante del Sello Violeta es que no se limita a una declaración de buenas intenciones. Para obtenerlo, las organizaciones deben demostrar acciones reales en temas como: igualdad salarial, participación femenina en cargos directivos, prevención del acoso laboral y sexual, programas de conciliación familiar y laboral, entre otros. Además, esta certificación no solo aplica al sector privado; también las instituciones públicas pueden postular y mostrar su compromiso.
A poco más de un año de su implementación, el impacto ya es visible. Cerca de 70 empresas han sido reconocidas oficialmente con este distintivo. Algunas de las que han liderado este proceso incluyen a Cervecería Nacional, Banco Pichincha, Corporación GPF (Farmacias Fybeca y SanaSana), Roche Ecuador, Arca Continental, GAD Municipal de Cuenca, y Tetra Pak, entre otras. Cada una, desde su sector, ha implementado iniciativas innovadoras que contribuyen a mejorar las condiciones laborales para las mujeres.
Por ejemplo, Cervecería Nacional ha trabajado en el fortalecimiento del liderazgo femenino dentro de su planta de producción; Banco Pichincha ha impulsado políticas internas que facilitan la corresponsabilidad en el hogar y la carrera profesional de sus colaboradoras; y Arca Continental ha sido reconocida por la creación de espacios seguros y la promoción activa del talento femenino en áreas tradicionalmente masculinizadas.
Más allá del reconocimiento, el Sello Violeta representa una oportunidad para reflexionar sobre el rol de las empresas en la transformación social. Ya no se trata únicamente de contratar mujeres, sino de ofrecerles las condiciones adecuadas para desarrollarse en igualdad de condiciones. También permite que las empresas accedan a beneficios como incentivos tributarios, asistencia técnica, y participación en ruedas de negocios promovidas por el Estado.
Desde una mirada más humana, esta certificación también representa esperanza: mujeres que acceden a empleos formales, que pueden ascender profesionalmente sin discriminación, que cuentan con espacios de trabajo seguros y libres de violencia. Es un recordatorio de que la equidad no es un favor ni un lujo, sino un derecho que puede –y debe– ser promovido activamente.
Ecuador aún tiene muchos desafíos por delante en términos de igualdad de género, pero iniciativas como esta son un reflejo de que sí es posible construir un entorno laboral más justo. Y lo mejor: muchas empresas ya están demostrando que hacerlo es rentable, sostenible y, sobre todo, correcto.
Desde SVAR, reconocemos que la promoción de la igualdad de género no es solo un deber legal o ético, sino una necesidad estratégica para el desarrollo económico del país. Acompañamos a nuestros clientes en el cumplimiento de estos nuevos marcos normativos, brindando asesoría integral para la implementación de políticas laborales inclusivas y el acceso a programas como el Sello Violeta.
Estamos convencidos de que transformar los espacios laborales es transformar también la sociedad. Y en ese camino, el compromiso con la equidad no debe ser solo de las mujeres, sino de toda la estructura organizacional.
Para obtener más información sobre cómo aplicar al Sello Violeta, puede consultar el sitio web del Ministerio del Trabajo: www.trabajo.gob.ec.
Autor: Valentina Briceño